Si Sheldon Cooper, el famoso teórico-físico de la serie de ficción Big Bang Theory, habla de Bitcoins, es que las Bitcoins dan que hablar. Pero pocas personas habían oído hablar de Bitcoin hace cinco años. Y todavía menos personas eran conscientes de que sería la primera de muchas criptomonedas que emergerían después y casi nadie pensó que este ‘dinero digital’ se tomaría en serio como moneda corriente.
Sin embargo, existen más de 7.000 cajeros en España para realizar transacciones en Bitcoin, puedes reservar alojamiento por un año en Airbnb y hasta existe una cafetería en Madrid donde pagar en Bitcoins.
En los últimos cinco años, las criptomonedas han alcanzado un punto de inflexión. Bitcoin se ha unido a monedas como Ether, Dash y Ripple y muchas de ellas no solo tienen valor transaccional, sino que también se pueden usar en los llamados ‘contratos inteligentes’: protocolos informáticos destinados a facilitar, verificar o hacer cumplir la negociación o la rentabilidad de un contrato.
Estas criptomonedas también han ayudado a nuevas empresas a recaudar dinero a través de ofertas iniciales de monedas (ICO). Forbes estima que desde que se introdujeron las ICO hace unos años, las nuevas empresas han recaudado $2.3bn utilizando este modelo de financiación.
Pronto, incluso será posible comprar una propiedad con estas nuevas monedas. El mes pasado, la empresaria británica Michelle Mone puso a la venta su lujosos apartamentos en Dubái “No puedes ignorar Bitcoin, dice”.
Para entender las criptomonedas, primero debes entender Blockchain.
Blockchain es un libro de contabilidad digital donde se registra las transacciones que toman lugar en su software como un ‘bloque’, y esos bloques están codificados uno tras otro en “cadena”. Esa cadena es verificada y colocada en una piedra digital ‘no apuñalable’ por ‘voluntarios’ a quienes generalmente se les paga usando criptomonedas – este proceso de verificación se llama ‘minería’. El proceso está restringido por reglas complejas escritas en el código del software Blockchain. Piense en un documento en la red en el que varias personas tienen acceso a una “cosa” (datos, dinero, contratos, etc.) y cada vez que se realiza un cambio, se mantiene un registro de lo que fue ese cambio, quién lo hizo y cuándo. Ese registro existe para que todas las partes invitadas lo vean, pero no se puede modificar, solo se puede seguir agregando. Las criptomonedas son, simplemente, un medio de pago que se asienta en el software Blockchain. Son entes digitales en lugar de físicas, pero actúan en todos los sentidos, como la moneda tradicional.Actualmente se estima que hay alrededor de 16 millones de Bitcoins en circulación. Los mineros, recuerda: los que buscan estas monedas en la red, pueden vender, intercambiar, hacer compras o distribuir Bitcoins a su gusto, pero solo existen 21 millones de Bitcoins. Otras criptomonedas como Ether y Ripple tienen un modelo operativo similar, pero mientras que Bitcoin es únicamente una transacción financiera, Ether se basa en el Blockchain de Ethereum, que también permite el intercambio de contratos inteligentes, incluidos documentos y datos. Desde bitcoin.org apuntan a que existen ” múltiples beneficios, incluido el procesamiento /liquidación de transacciones en tiempo real; costes de transacción reducidos; control de información de identidad, ya que los usuarios pueden compartir tanto sobre sí mismos como lo deseen; y una accesibilidad democratizada porque cualquier persona con un dispositivo e Internet puede realizar transacciones”.Blockchain: el nuevo fenómeno configurado para transformar la forma en que trabajamos
Las criptomonedas no están exentas de riesgos y desafíos.
Uno de los problemas es la volatilidad de su valor dado que el valor de la moneda fluctúa constantemente a lo largo del día y la propagación puede ser bastante grande. Doblaba y reducía su valor en dólares hace pocos en años en espacios cortos de tiempo. A largo plazo, se observan que las fluctuaciones de valor se calman, pero difícilmente Bitcoin nunca será el reemplazo de la tarjeta Visa que pretende ser. Por el contrario, los expertos apuntan a que es más probable que sea una forma segura de almacenar dinero, algo más parecido al oro.Pero, ¿nos preparamos?
La Financial Conduct Authority (FCA) en el Reino Unido ya ha advertido a los inversores en ICO que deben prepararse para la posibilidad de una pérdida total (la mayoría de las ICO no están reguladas por la FCA). Esta es solo la cúspide de lo que muchos creen será una mayor represión reglamentaria sobre las criptomonedas. En China, se prohibió el uso de ICO y se ordenó el cierre de los intercambios de Bitcoin. Después de que en 2016 dejaran a un lado la regulación, hoy en Europa están manos a la obra y se espera que durante 2018 se desarrolle por parte de la Comisión Europea. El objetivo: evitar que se utilicen para el blanqueo de capitales. Se regulan mucho parámetros pero el más remarcable es conocer las identidades de aquellos que realizan transacciones, dejando entonces estas criptomonedas al nivel del pago en metálico. En España, sin embargo, el Ministerio de Turismo, Energía y Agenda Digital no parece tener prisa por regular los retos que suponen.¿Operar en Bitcoins en el mundo inmobiliario?
Que las propiedades entrarán en acción empieza a dibujarse como una posibilidad. La tecnología Blockchain parece encontrar un lugar perfecto en el mundo inmobiliario con contratos inteligentes, ya existen empresas inmobiliarias en estados unidos que trabajan únicamente con Blockchain como Propy</a >. El registro de títulos de propiedad inmobiliaria en Blockchain se encuentra en una etapa relativamente incipiente, pero ya son muchos los notarios y registradores que están trabajando sobre el tema. Es posible que la propiedad este muy lejos de usar criptomonedas dado que, en España pese a la irrupción de empresas como Inviertis, el nivel de digitalización es bajo comparado con otras industrias, altamente digitalizadas, como las telecomunicaciones y la música. Pere Viñoles, directivo de Colonial, cree que el Blockchain se sitúa “lejos del mercado inmobiliario” aunque considera que “a la larga hay que estar atento porque en el mercado hipotecario del retail puede tener cierto impacto”. Ha señalado también que los smart contracts, emisiones de tokens “para buscar modelos de financiación alternativos”, así como rondas virtuales (ICO) son oportunidades de futuro para el sector. Bitcoin, Ethereum y las otras criptomonedas emergentes no son aptas todavía para las transacciones inmobiliarias. Las razones: son volátiles, no reguladas, presentan problemas de seguridad. Hay que añadir que pueden no ser aceptadas en todo el mundo y parece el antítesis en un intercambio de ladrillos y mortero. Una encuesta reciente en Property Week, publicación de referencia del sector inmobiliario en Reino Unido, parece dibujar que es exactamente lo que piensa en sector inmobiliario. El 58% cree que las criptomonedas son una moda pasajera y tan solo 5% cree que otros promotores firmarán para aceptar Bitcoin este año. Puede que no sea este año, puede que no sea en los próximos cinco años, pero en algún momento en el futuro parece probable que el dinero digital se utilice ampliamente en la industria inmobiliaria.No lo duden, Inviertis se está preparando.
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